IMM Photonics ha presentado el localizador de fallos en fibras ópticas FIBERPOINT 250, unos diseños compactos para aplicaciones en campo que “visualizan” roturas y estrés en cables de fibra óptica. También se pueden emplear en test de continuidad de cableado de hasta 5 metros de longitud.
Los cuatro modelos previos a la llegada de la serie 250 se han combinado en dos versiones (low-power y high-power – HP) que operan en modo pulsado y CW. Los anteriores localizadores sólo podían rendir en uno de estos modos.
Junto a las mejoras en funcionalidad, otro aspecto a destacar es el diseño rugerizado. Así, el localizador de fallos en fibras ópticas FIBERPOINT 250 proporciona resistencia a las salpicaduras mediante una “capucha”. También cuentan con una abrazadera plástica giratoria y soportan el choque a través de una cubierta de goma.
Esta robustez hace que las dos versiones estén agrupadas en las clases de láser 2 y 2M, lo que elimina la necesidad de protección adicional y, por lo tanto, garantiza seguridad y facilidad de uso.
Los nuevos modelos de localizadores de fallos tienen una longitud de 170 mm sin la abrazadera (con ella extendida, alcanza los 195 mm) y un diámetro de unos 21 mm. Se suministran en un packaging Quadro-Safe.
El haz láser, con una longitud de onda de unos 635 nm, es visible incluso en entornos muy luminosos. La salida óptica se sitúa por debajo de 1 mW para la versión low-power y de 5 mW en la variante high-power.
La eficiencia de acople en fibras monomodo y multimodo se encuentra alrededor del 50 por ciento. En modo pulsado, los dispositivos se pueden usar durante 40 horas sin cargar las baterías (dos AAA).
Usos para el localizador de fallos en fibras ópticas
Las pruebas se pueden efectuar con la práctica totalidad de tipos “comunes” de conector: DIN, E2000, FC, SC y ST. Y, con adaptadores especiales (que se suministran por separado), los localizadores pueden trabajar con otros conectores, como ferrule LC de 1.25 mm, MU y F3000, así como con POF y SMA.
